2017-04-21 – Exp. Nº 01393/17 - Ref: Equidad de Género

Repartir por igual las tareas en casa o evitar las diferencias por sexos en juguetes, películas y dibujos animados son acciones cotidianas que pueden tribuir a fomentar la igualdad de género en el ámbito familiar. La educación en estos valores es una labor esencial para prevenir el sexismo debe comenzar a desarrollarse en el ámbito familiar. Se trata de trabajar la igualdad y el respeto pero además y sobre todo, cuidar los propios actos, porque los niños y niñas   prenden por observación. No vale para nada que les digamos a nuestros hijos que no tienen que ser violentos si luego los llevamos al fútbol e insultamos al árbitro o a los contrarios, así como tampoco sirve de nada que digamos a nuestras hijas que las mujeres podemos hacer lo mismo que los hombres, si luego no dejamos que nuestros compañeros se encarguen de las mismas tareas domésticas que nosotras, cosas que nos competen a todos como habitantes de la misma casa.

Considero que las tareas y que la educación compartida entre Madres y Padres es la manera más sana de criar hijos con la suficiente capacidad de poder distinguir la desigualdad en todo sentido y la discriminación en los ámbito donde luego se mueven. Claro, lo difícil es después llevar estas prácticas fuera de nuestro hogar, trasladar esto a cada lugar que concurre: a la plaza donde juega, a las prácticas de fútbol, al centro educativo, a las clases de Ballet, o a la Piscina. Aquí es donde quiero llegar. Hace unas horas varios papas de niñas que concurren a la Piscina Municipal han descargado su descontento por no poder ingresar al vestuario femenino con sus hijas de apenas 4 años. Entiendo a esos padres. Me pongo en sus lugares y vaya que los entiendo. Por esa razón hoy me encuentro haciendo esta hora previa pidiendo al departamento de Cultura, a su Director Álvaro Riva, a la Secretaría de Género de la Intendencia y al mismo Intendente Carlos Enciso, que por favor revean estas situaciones que se generan a diario en la Piscina Municipal de Florida, donde concurren decenas de pequeños y pequeñas que aún no son independientes completamente como para ducharse. Planteamos tal situación para seguir construyendo ciudadanos iguales desde lo más sencillo de nuestras vidas como lo es que padres y madres puedan ingresar a los vestuarios de los baños para ayudar en el aseo y vestido de sus pequeñas hijas. Esperando una respuesta afirmativa de vuestra parte, pido que mis palabras pasen a todas las comisiones de nuestra Junta Departamental, así como a la Secretaría de Deportes de la IDF, la de Género, la Dirección de Cultura y al Intendente de Florida. También a todos los medios de prensa del departamento.